Y si, siempre va a ser así.
Estoy jugando el juego equivocado, con la persona equivocada. Creyendo en sus falsas, pero dulces palabras. Cayendo en sus tontos juegos, en sus simples mentiras que disfraza de verdad. Ese chico que hacía que con una mirada y una sonrisa, le creyera todo aquello que me decía.
Pero como se dice, "Las palabras se las lleva el viento", y ese mismo viento te llevo a ti también. Para al menos no pensar tanto en vos, en esos simples y pocos momentos. Por difícil que sea de admitir, yo me cree una historia de amor que nunca tuvo su principio y que llegó a su fin.
Tengo que borrar todo eso de mi. Pero ahora ya no duele escuchar esas canciones, ver esas frases y pensar en todo aquello que me recuerda a él.
Debo ser fuerte, como trato de aparentarlo, aunque siempre fracaso.
Decir adiós nuevamente, como tantas veces lo dije. Esa simple palabra ya forma parte de mi vocabulario que utilizo demasiado seguido, es simple, pero efectiva a la hora de decirla. Duele, pero al menos un tiempo.
Es decir adiós a lo viejo y hola a lo nuevo, a dejarlo que continúe en su vida como si nunca hubiera existido, que busque su falsa idea de la felicidad.
Porque de eso se trata de buscar a quien te quiera de verdad, sin que toda esa ilusión se desvanezca.
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